El pasado fin de semana celebramos los cumpleaños de mis hijos con la familia y amigos. El mayor hizo tres añazos y el peque uno. Cómo pasa el tiempo.
El caso es que llevaba tiempo queriendo hacer esta tarta, que si por algo se caracteriza es porque con el primer corte, la gente se queda alucionada, y puedo dar fe que gustó tanto a grandes como a pequeños.
INGREDIENTES:
- 270 grs. de harina
- 30 grs. de harina fina de maíz (Maicena®)
- 1 cucharada de levadura Royal®
- 1/2 cucharadita de sal
- 4 claras de huevo (podéis usar las de Mercadona)
- 225 grs. de azúcar
- 125 grs. de mantequilla
- 100 grs. de chocolate blanco (opcional)
- Esencia de vainilla (opcional)
- Colorantes en gel (rojo, naranja, amarillo, verde, azúl y violeta)
- Fideos de colores para decorar
- 300 ml. de buttermilk:
Se encuentra en Lidl por ejemplo, pero si no lo véis podéis hacer lo que yo, poner en 300 ml. de leche una cucharada de vinagre o zumo de limón y dejarlo durante 15 minutos. El aspecto será como de leche cortada, entonces lo tendremos en su punto.
PARA RELLENO Y COBERTURA:
- 250 grs. de mantequilla
- 300 grs. de queso crema
- 200 grs. de nata montada
- 160 grs. de azúcar glas
PREPARACIÓN (en Thermomix):
Precalentamos el horno a 170ºC.
Ponemos en el vaso la harina, la maicena, la levadura y la sal, y mezclamos durante 30 segundos a velocidad 3. Reservamos (ingredientes secos).
Ponemos la mariposa y vertemos el buttermilk, las claras de huevo y la esencia de vainilla, durante 2 minutos a velocidad 3. Reservamos (ingredientes líquidos).
Ahora batimos la mantequilla y el azúcar durante 3 minutos a velocidad 3 1/2.
Quitamos el cubilete y a velocidad 3 vamos añadiendo un tercio de los ingredientes secos, luego otro tercio de los líquidos y así hasta que hayamos integrado todo bien.
PREPARACIÓN (Clásica):
Tamizamos la harina, la maicena, la levadura y la sal y lo mezclamos con unas varillas. Reservamos (ingredientes secos).
Batimos el buttermilk con las claras de huevo y la esencia de vainilla. Reservamos (ingredientes líquidos).
En un bol grande, batimos la mantequilla con el azúcar hasta que blaquee. A continuación incorporamos un tercio de los ingredientes secos y luego otro tercio de los líquidos, así hasta que hayamos integrado todo bien.
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La masa resultante la ponemos en un bol que pesaremos en una balanza. De esta forma, dividiremos el peso total entre 6, poniendo cada parte en un bol diferente.
Una vez repartido ponemos un poquito de colorante en gel en cada bol. Yo os recomiendo poner unos guantes de latex (o similar) ya que manchan bastante. Mezclamos bien y vemos como cada bol se tiñe del color que deseamos.
Al ser un bizcocho que sólo lleva claras teñirá muy fácilmente.
Respecto a los colorantes deciros que no valen los líquidos, tienen que ser en gel. Si tenéis problemas para encontrarlos podéis hacer lo que yo, echar mano de Amazon que para estas cosas vienen muy bien.
Ya sólo queda hornear cada bizcocho. Para este tipo de tartas recomiendo usar los moldes desechables, por ejemplo en el Mercadona los hay en paquetes de 3. Son de 18 cm de diámetro. Simplemente tendremos cuidado en engrasar los moldes con un poco de mantequilla y harina y verter cada bol en cada molde.
Yo los horneé de dos en dos, por lo que en tres tandas los tenemos todos.
Al ser bizcochos finos los tendremos en el horno de 10 a 12 minutos a 170ºC.
Una vez fríos, yo prefiero guardarlos en papel film y dejarlos en el frigorífico hasta el día siguiente, cuando montaremos la tarta (si tenéis prisa podéis hacerla ese mismo día pero dejando enfriar bien cada bizcocho).
PREPARACIÓN DEL RELLENO Y LA COBERTURA (en Thermomix):
En primer lugar montamos la nata. Ponemos la mariposa y a velocidad 3 1/2 vemos que va montando. Para no tener problemas lo mejor será tener la nata bien fría.
Reservamos.
A continuación vertemos el resto de ingredientes (mantequilla, queso y azúcar glas) y mezclamos bien durante 2 minutos a velocidad 3.
Ahora con ayuda de una lengua pastelara lo incorporamos a la nata montada con cuidado de que no se baje.
PREPARACIÓN DEL RELLENO Y LA COBERTURA (Clásica):
Con unas varillas eléctricas montamos la nata (mejor que esté bien fría). Reservamos.
A continuación con las varillas mezclamos bien la mantequilla, con el queso en crema y el azúcar glas.
Ahora con ayuda de una lengua pastelara lo incorporamos a la nata montada con cuidado de que no se baje.
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Es un relleno muy rico, nada pesado, y que gusta a todo el mundo. Cuando se enfría coge algo de cuerpo y queda perfecto.
Ahora nos ponemos con el montaje. Es tan sencillo como poner un bizcocho (en el orden que más nos guste) y ponerle encima una porción de relleno. Seguidamente otro bizcocho y más relleno, así hasta completar todos los bizcochos.
Por último ponemos una capa por encima y por los laterales.
Yo lo decoré con unos fideos de colores (a parte de unas velas), pero aquí cada uno puedo darle su punto particular.
Es cierto que por fuera parece que es una tarta más, pero sin duda el momento del corte hace que todo el mundo se sorprenda. Os invito a intentarlo.
No es difícil aunque sí un poco laboriosa pero sin duda merece la pena por ver la cara de los peques (y no tan peques), y algo que es muy importante, está muy buena, aunque es contundente (lleva 6 bizcochos) por lo que con una ración pequeña será más que suficiente.
Ya sabéis poned un poquito de color en vuestras vidas (y en vuestras tartas).
¿Os animáis a probar?
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