Boquerones en vinagre

Los boquerones en vinagre son un auténtico manjar que no tienen ninguna dificultad salvo la parte de limpiar el boquerón, pero que viendo el resultado final, sin duda merece la pena.

En realidad lo que realizamos a los boquerones es cocinarlos con la acidez del vinagre, después de un marinado de varias horas. 

INGREDIENTES:

- 500 grs. de boquerones

- Vinagre

- Sal

- 2 dientes de ajo

- Perejil picado

PREPARACIÓN:

Lo más laborioso es la limpieza del boquerón. Para ello debemos quitar la cabeza y con el dedo sacar la espina y las tripas para luego limpiarlo bien debajo del grifo con agua fría.

Lo mejor es repetir esta operación al menos tres o cuatro veces, siempre con agua fría, para eliminar por completo la sangre y queden lo más blanquitos posibles.

Podéis dejar el boquerón abierto por la mitad pero unida por la cola, o separar los lomos. A mí personalmente me gusta más dividir los lomos pero va en gustos.

Una vez limpios, los llevaremos al congelador durante un mínimo de 2 días para acabar con el anisakis.

Una vez descongelados, vamos a proceder a marinar los boquerones.

Lo mejor es utilizar un tupper para que no huela toda la cocina a vinagre. 

Salamos los boquerones y cubrimos completamente con vinagre. 

El tiempo dependerá del tamaño del boquerón. En este caso, los boquerones eran más bien pequeños por lo que los dejé 3 horas. Lo normal, para un boquerón más grande, que es el que se suele usar, sería dejarlo 4 o 5 horas.

Para que no haya dudas del tiempo, lo mejor es echarles un vistazo de vez en cuando y cuando veamos que el lomo ha tomado un color blancuzco es que ya está perfectamente marinado.

Tras ese tiempo debemos lavarlos con agua fría para quitar el exceso de vinagre.

Y por último queda el montaje. Colocaremos los lomos en una fuente y cubriremos con ajo picado, perejil y aceite de oliva virgen extra en cada capa. Podéis poner cuantas capas queráis.

Es un plato que no debe darnos miedo, ya que su preparación es muy sencilla y no debe faltar en ninguna casa. Sólo nos faltaría una cervecita bien fresquita y a disfrutar.

¿Os animáis a probar?

Gofres de Lieja

¡Bélgica huele a gofre! Una expresión muy común para los que hemos visitado ese país alguna vez, y no les falta razón ya que los gofres belgas se han convertido en una institución en el país y todo un manjar que se ha ido expandiendo por todo el mundo. 

Dentro de los gofres, podemos encontrar el gofre de Bruselas y, el que más fama tiene, y que para mí más rico está, el gofre de Lieja. 

Este gofre es el auténtico, tiene un sabor único, y buena culpa de ello lo tiene el azúcar perlado, que le da ese toque caramelizado y crujiente tan característico.

Seguro que muchos no sabéis donde encontrarlo. Por suerte en cualquier Carrefour lo encontramos, y sino tenemos ninguno cerca, siempre podemos encargarlo en Amazon.

INGREDIENTES (para 8 gofres):

- 300 grs. de harina

- 100 ml. de leche

- 10 grs. de levadura fresca

- 35 grs. de azúcar moreno

- 1 huevo

- 150 grs. de mantequilla (a temperatura ambiente)

- 1 pizca de sal

- 1 pizca de canela (opcional)

- 100 grs. de azúcar perlado

PREPARACIÓN (En Thermomix):

Ponemos la leche y la levadura fresca en el vaso y programamos 2 minutos a 37ºC a velocidad 3.

Añadimos la harina, el azúcar moreno, el huevo, la sal y la canela. Mezclamos durante 15 segundos a velocidad 6.

Añadimos la mantequilla, que tiene que estar a blandita, y programamos 3 minutos a velocidad espiga.

PREPARACIÓN (Clásica):

Deshacemos la levadura fresca en la leche templada. 

En un bol amplio, ponemos la harina, el azúcar moreno, el huevo, la sal y la canela. Añadimos la leche con levadura.

Mezclamos todo bien y le vamos incorporando la mantequilla que debe estar blandita. Debemos amasar hasta conseguir una masa homogénea.

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Pasamos la masa a un bol y lo tapamos con papel film.

Dejamos que doble su volumen durante 2 horas.

Pasado este tiempo, quitamos el aire que haya cogido la masa y le añadimos el azúcar perlado. Lo integramos en la masa con la ayuda de una lengua pastelera.

A continuación dividimos a la masa en 8 porciones y las dejamos en una bandeja con papel de horno. Tapamos con un paño y dejamos que crezcan durante al menos 30 minutos.

Pasado ese tiempo es el momento de poner en marca nuestra gofrera.

Encendemos y una vez que se apaga la luz, significa que tiene la temperatura correcta.

Ponemos nuestra masa en la gofrera y le damos un poco de forma. 

Cerramos y en 5 - 7 minutos (dependerá de la potencia de nuestra gofrera) tendremos nuestros gofres listos.

Los pasamos a una rejilla para que se enfríen un poco.

Los podemos comer así sin más, porque están fantásticos. También le podemos añadir azúcar glas, chocolate derretido por encima, fruta cortada....lo que más nos guste.

Si no hacéis todos los gofres de una vez, podéis congelar el sobrante con papel film, y con sacarlos unos minutos antes de pasarlos por la gofrera sería suficiente, así tendremos gofres recién hechos.

Por fin gofres belgas sin salir de casa.

¿Os animáis a probar?

Hamburguesas de garbanzos

Tanto si es para que los peques de la casa coman legumbres como si estamos cansados de tanta carne por un día, estas hamburguesas de garbanzos son un sistema fantástico para probar algo diferente, repleto de vitaminas y sin apenas calorías que nos permite disfrutar de una comida rápida pero muy sana.

Es realmente fácil de hacer y si ya tenemos los garbanzos cocidos, es muy rápida de preparar. Mezclar todos los ingredientes, dejar que cojan algo de cuerpo en el frigorífico, darles forma y freír. 

INGREDIENTES (para 6 hamburguesas):

- 400 grs. de garbanzos (ya cocidos)

- 1/2 pimiento rojo

- 1/2 cebolla

- 1 diente de ajo

- 1 zanahoria

- 1 huevo (opcional)

- 2 cucharadas de harina

- Sal

- Pimienta

- Pan rallado para el rebozado

PREPARACIÓN:

Si no tenemos los garbanzos cocidos, debemos dejarlos en agua la noche anterior. Escurrimos y los ponemos en una olla a presión durante 15 minutos (que suban las dos anillas). Cuando baje la presión ya los tendremos preparados. Dejamos que se enfríen.

Una vez cocidos, podemos usar desde un tenedor para machacarlos, una batidora (las de toda la vida) o alguna picadora, yo en este caso usé la thermomix.

Picamos muy fino el pimiento, la cebolla, el ajo y la zanahoria. Si usamos la thermomix lo ponemos todo el vaso durante 10 segundos a velocidad 6.

Añadimos los garbanzos y los machacamos. Me he dado cuenta que es preferible no picarlos demasiado para que luego la masa no quede demasiado blanda. Si usamos la thermomix será suficiente con 5 segundos a velocidad 5.

Añadimos la harina, el huevo y salpimentamos. Mezclamos todos bien.

La mezcla resultante la llevaremos al frigorífico durante al menos 30 minutos para que luego sea más fácil formar las hamburguesas. Yo las hice de un día para otro.

Cogemos porciones con una cuchara y le damos forma de hamburguesa. Las pasamos por pan rallado y freímos.

Ya sólo tenemos que formar las hamburguesas con los ingredientes que más nos guste. Con un poco de queso, lechuga, tomate, pepinillos...a gusto de cada uno.

Y a disfrutar. 

Seguro que os sorprenderá, ya que queda muy suave y con un sabor muy bueno. 

¿Os animáis a probar?

Tarta de queso "La Viña"

Si una tarta se ha puesto de moda esa es la tarta de queso que se elabora en el restaurante de San Sebastián "La Viña", y os puedo asegurar que tiene muy merecida esa fama, ya que seguramente nos encontremos con la mejor tarta de queso que hayamos probado, pero es que encima también puede ser de las más fáciles de preparar.

Al que no la haya probado creo que no tiene excusa porque el resultado le va a encantar, además tiene la ventaja de que está mejor de un día para otro, por lo que si tenemos alguna celebración, podemos tenerla preparada.

INGREDIENTES:

- 900 grs. de queso crema (la original lleva 1 kg)

- 7 huevos

- 200 grs. de azúcar (la original lleva 400 grs.)

- 1 cucharada de harina de trigo

- 200 ml. de nata

PREPARACIÓN (con Thermomix):

Ponemos la mariposa en la Thermomix y ponemos todos los ingredientes, el queso crema, los huevos, el azúcar, la cucharada de trigo y la nata.

Programamos durante 2 minutos a velocidad 4. 

Sólo necesitamos que se mezclen bien todos los ingredientes.

PREPARACIÓN (Clásica):

En un bol amplio ponemos todos los ingredientes, el queso crema, los huevos, el azúcar, la cucharada de trigo y la nata, y mezclamos bien con unas varillas eléctricas. 

Sólo necesitamos que se mezclen bien todos los ingredientes.

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Vamos precalentando el horno a 210ºC.

A continuación preparamos el molde. Para ello vamos a utilizar un molde de 23 cm desmontable, al que le vamos a poner papel sulfurizado por encima. 

Para ello, lo mojamos con agua del grifo, lo escurrimos y de esta forma podemos moldearlo a nuestro gusto.

Yo he utilizado dos hojas de papel sulfurizado para cubrir bien el molde.

Ponemos toda la mezcla en el interior del molde y llevamos al horno.

Horneamos durante 40 minutos a 210ºC. Pasado ese tiempo, dejamos la puerta entreabierta del horno y le dejamos dentro otros 10 minutos sin temperatura.

La tarta original se hace en sólo 40 minutos pero para mi gusta queda demasiado líquida, por lo que yo prefiero darle unos minutos más para que quede cremosa pero no líquida.

Al sacarla del horno parece que por el centro está líquido pero así debe quedar. Cuando termine de enfriarse coge cuerpo y queda perfecta.

Yo recomiendo dejarla de un día para otro. De modo que cuando haya templado la llevo al frigorífico y la saco unos horas antes de servirla.

El resultado salta a la vista. Super cremosa, muy ligera y con un sabor a queso fantástico.

Para mí la mejor tarta de queso que he probado nunca.

¿Os animáis a probar?