Hace unos meses veíamos como hacer fajitas de pollo y llevaba tiempo queriendo acompañarlo con algo tan típico y bueno como el guacamole.
El guacomole es una salsa basada en el aguacate a la que se ha ido añadiendo diferentes ingredientes según la zona en la que se prepare.
A continuación os muestro como lo hago yo, fácil y rápido para que nadie ponga excusas a la hora de prepararlo.
INGREDIENTES (para 2 personas):
- 2 aguacates pequeños (muy maduros)
- 1 cebolleta
- 1 tomate
- Zumo de medio limón (o lima)
- Chile (opcional, si os gusta con un toque picante)
- Cilatro fresco (opcional)
- Triángulos de maíz para acompañar
PREPARACIÓN:
Lo primero será partir por la mitad los aguacates y quitarles el hueso, pero no los tiréis que luego lo usaremos.
A continuación con una cuchara grande sacaremos toda la carne del aguacate y la pondremos en un vaso picador.
A continuación le incorparamos el zumo de limón para que no se oxide.
Seguidamente le incorporamos el tomate y la cebolleta troceada, el chile si nos gusta con un toque picante y el cilatro. Yo en esta ocasión no usé cilatro porque no le gusta a mi mujer y como ya me lo sé pues me lo ahorro.
Picamos todo bien y listo.
Ya sé que muchos me diréis que el auténtico guacamole hay que molerlo en un mortero y a poder ser de piedra pero después de hacerlo muchas veces, a mi la textura que más me gusta es con la picadora.
Menuda pinta tiene. Si no lo váis a consumir en el momento o si os sobra un poco, lo mejor es pone el hueso de la aguacate en la salsa y tapar con una papel film transparente y de esa forma conseguimos que no se oxide.
Ya sólo queda servirlo con unos triángulos de maíz y a disfrutar. Sólo os diré que a mi niño pequeño le encanta (de ahí que lo haga sin picante) untar los triángulitos en la salsa. Se pone morao.
¿Os animáis a probar?
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