lunes, 30 de noviembre de 2015

Conejo guisado con Portobello

Hoy os traigo una curiosidad o más bien un descrubrimiento, se trata del Portobello, un champiñón algo diferente al clásico, conocido como el champiñón exótico, que últimamente se ha puesto de moda por su color tostado en su sombrero pero muy blanco en su tallo.


A la hora de cocinarlo es más terso y firme, con un sabor más dulce y delicado que el blanco. No es mucho más caro, así que os invito a probarlo.

En esta ocasión acompañando de un conejo guisado, fácil y muy rico, para mojar pan.

INGREDIENTES (para 4 personas):

- 1 conejo (troceado y limpio)
- 1 zanahoria grande
- 1 cebolla
- 1 diente de ajo
- 2 tomates
- 1 pimiento rojo
- 300 grs. de champiñón portobello (o el blanco de siempre)
- 1 vaso de vino blanco
- 1 cucharadita de pimentón dulce
- Sal
- Pimienta
- Perejil picado (u otra hierba aromática)
- Aceite de oliva virgen extra


PREPARACIÓN:

Comenzamos salpimentando el conejo. A continuación en una sartén o cazuela grande, ponemos aceite de oliva a fuego fuerte para dorarlo.


Una vez dorado reservamos el conejo.

A continuación en ese mismo aceite sofreímos la cebolla, el ajo, la zanahoria y el pimiento.


Cuando esté pochado, cortamos los champiñones (bien limpios) como vemos en las fotos, y cuando esté cocinado, le añadimos los dos tomates y la cucharadita de pimentón.


Ya sólo queda añadir el conejo a la cazuela, espolvorear pereji picado y añadir el vaso de vino blanco. Dejamos que se cocine a fuego medio durante 40 minutos aproximadamente.

Si queremos más salsa, al vaso de vino blanco podemos añadirle otro vaso de caldo de carne o, en el caso de no tener, un vaso más de agua. En mi caso no me hizo falta con el vino fue suficiente, y como se cocinó, el alcohol se evaporó por completo.


En lugar de perejil podemos poner tomillo y romero que le va muy bien al conejo.


Os recomiendo acompañarlo con un buen pan, porque la salsa está de lujo.



No me negaréis que el resultado es apetecible.

 ¿Os animáis a probar?

lunes, 23 de noviembre de 2015

Pasteles de Belem (Pastéis de Belem)

Uno de los mejores postres que he probado en mi vida son los Pastéis de Belem o pastéis de nata, especialidad típica de Portugal. 

La primera vez que los probé fue en Lisboa y tengo que decir que son una auténtica delicia. Como curiosidad deciros que a pesar de conocerse como pasteles de nata, no llevan nata, más bien una crema con base de huevo, yemas y azúcar.




Es cierto que su receta secreta sólo la conocen 2 o 3 personas en el mundo pero la receta que os traigo le hace auténtica competencia a la original. Son simplemente fantásticos.

INGREDIENTES (para 12 pasteles):

- 1 plancha de hojaldre fresco (yo uso del Lidl)
- 250 grs. de azúcar
- 125 ml. de agua
- 30 grs. de harina
- 4 yemas
- 250 grs. de leche
- Piel de limón
- 1 palo de canela
- Mantequilla para untar los moldes
- Azúcar glas o canela para espolvorear 


PREPARACIÓN:

Comenzamos haciendo un almíbar. En un cazo ponemos el agua y el azúcar y dejamos que hierva durante 5 minutos. Reservamos.

Diluimos la harina en un poco de leche. Intentamos que no nos queden grumos. 

El resto de la leche la ponemos en un cazo junto con la piel de limón y el palo de canela. Cuando empiece a hervir le añadimos la mezcla de harina y leche, y removemos bien. Esperamos a que vuelva a hervir para retirarlo del fuego.

Si véis que no conseguís que la harina se integre bien y os quedan grumos, no dudéis de tirar de batidora. 

Añadimos el almíbar en hilo sin parar de batir hasta que quede todo bien mezclado. Por últimos lo colamos todo y reservamos para que temple.


Es la hora de ponernos con el hojaldre.

Extedemos la plancha y la enrollamos haciendo un rulo. Cortamos porciones de 3 cm aproximadamente (Nos tienen que salir 12 porciones).

Untamos los moldes (yo uso moldes de flaneras) con la mantequilla para poder desmoldar posteriormente los pasteles.

Y ponemos cada porción de hojaldre en cada molde.

Ponemos el hojaldre sobre el fondo del molde y con los dedos vamos adaptando la masa al molde, del centro hacia fuera, para que tome la forma. Dejamos los bordes un poco más gordos.

Repetimos la operación con el resto de moldes.


Por último vamos a rematar la crema.

Batimos las yemas y las colamos sobre la crema. Mezclamos bien y vertemos en los moldes de hojaldre.


Con el horno precalentado, horneamos a 220º durante 25 minutos aproximadamente. Lo que buscamos es que se dore la crema, ese será el momento de sacarlos del horno.


Desmoldamos con la ayuda de un cuchillo o puntilla y dejamos que se enfríe.


Ya sólo tenemos que espolvorear azúcar glas y canela y a disfrutar.




Un manjar del que ya podemos disfrutar sin necesidad de visitar nuestro país vecino (aunque como excusa tampoco está mal).

¿Os animáis a probar?

lunes, 16 de noviembre de 2015

Nuggets de merluza

Si hay una comida que le gustan a mis peques esos son los nuggets de merluza. Yo utilizo merluza congelada sin piel ni espinas, de esa forma me aseguro que los niños puedan comerla sin ningún temor a encontrarse alguna espina, y además es muy económica, por lo que lo tiene todo.


INGREDIENTES:

- 250 grs. de merluza
- 50 grs. de queso rallado o queso crema
- 50 grs. de leche
- 50 grs. de pan de molde
- Sal


Para el rebozado:

- Harina
- Huevo
- Pan rallado
 


PREPARACIÓN (Thermomix):

Cortamos la merluza en trozos pequeños y la incorporamos al vaso. Trituramos durante 5 segundos a velocidad 8.

Añadimos la leche, el queso (yo usé queso tipo Philadelphia) y el pan y trituramos durante 15 segundos a velocidad 7.

Podemos añadirle sal, ajo en polvo o pimienta a gusto.
 


PREPARACIÓN (Clásica):

Cortamos la merluza en trozos pequeños y con la ayuda de una vaso picador o una batidora trituramos bien.

Añadimos la leche, el queso (yo usé queso tipo Philadelphia) y el pan y volvemos a triturar.

Podemos añadirle sal, ajo en polvo o pimienta a gusto.

Retiramos del vaso y lo volcamos en un plato. 

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Ya sólo queda dar forma a los nuggets. Queda una pasta un poco ligera pero en cuanto lo pasamos por harina coge consistencia. 

Yo cojo una bolita, la paso por harina, después por huevo y finalmente por pan rallado. Aplasto con la mano un poco la bolita y ya tengo el nugget preparado.

Si vemos que queda un poco blanda, podemos meter unos minutos los nuggets en el congelador antes de freirlos.


Ponemos una sartén con aceite de oliva y los freímos. Sacamos a un plato con papel absorbente y a disfrutar.

A mi me gusta hacer de más y congelarlos. De esta manera siempre tengo una cena en la recámara.


Una receta que no falla para los más peques (y también para los más mayores).

¿Os animáis a probar?

lunes, 9 de noviembre de 2015

Natillas en Thermomix

Hoy me vais a perdonar todos aquéllos que no tenéis la famosa Thermomix pero tenía ganas de publicar una receta de natillas con esta maquinita, porque a pesar de que lo hace todo ella solita (poner todos los ingredientes y listo), no siempre quedaban bien, y con esta receta quedan perfectas.



No os preocupéis los que no la tenéis porque pienso ponerme como deberes hacerlas de forma clásica, os lo prometo.

INGREDIENTES (para 6 cuencos):

- 4 huevos
- 90 grs. de azúcar
- 1 cucharada de azúcar avainillado (se puede sustituir por aroma de vainilla)
- 600 grs. de leche
- Canela en polvo, galletas o azúcar para quemar con el soplete (como decoración)



PREPARACIÓN:

Vertemos todos los ingredientes en el vaso (huevos+azúcar+leche) y programamos 10 minutos a 80º a velocidad 4.

Una vez que finalice lo ponemos 30 segundos a velocidad 6 sin temperatura.

Y listas.




Ya sólo tenemos que volcarlas en unos cuencos y una vez que templen llevarlas al frigorífico.

Una vez se hayan enfriado vamos a ver como han cogido cuerpo. Tiene un sabor buenísimo y una textura perfecta.



Yo prefiero usar azúcar avainillado porque el aroma de vainilla me parece muy artificial pero también sirve.

Para decorarlas podéis optar por la galleta clásica, por espolvorear canela o la versión que más me gusta, quemar azúcar con ayuda del soplete. El contraste de las natillas frías con el caramelo caliente me chifla.



Ya sabéis todos aquellos que tenéis la thermomix, probad a hacerlas y luego me contáis si os han gustado tanto como a mi (y a mi hijo que las devora).

 ¿Os animáis a probar?

lunes, 2 de noviembre de 2015

Albóndigas con tomate

Hace tiempo publiqué unas albóndigas de merluza y tenía ganas de hacer las albóndigas de carne clásicas con salsa de tomate y hasta ahora no había podido.

Son un plato de toda la vida, fácil aunque entretenido ya que hay que formar las albóndigas pero si alguno no se ha animado nunca os invito a hacerlo ya que la recompensa es muy grande.

INGREDIENTES (para 6-8 personas):

- 1 kg. de carne picada de ternera
- 2 rebanadas de pan de molde (o pan duro del día anterior)
- 1 vaso de leche
- 2 huevos
- 1/2 cebolla
- 1 dientes de ajo
- Perejil picado
- Harina
- Sal
- Pimienta
- Salsa de tomate (si es casera mejor)


PREPARCIÓN:

Lo primero que haremos será poner en remojo la miga de pan con un poco de leche. Yo como no tenía pan del día anterior utilicé pan de molde.

A continuación cortamos muy finito tanto el ajo como la cebolla.


En un bol grande ponemos la carne picada. La carne utilizada puede ser de ternera  o mezclarla con algo de cerdo para que quede más jugosa. En este caso sólo utilicé de ternera.

Incorporamos a la carne el ajo, la cebolla, los huevos, el perejil picado y la miga de pan puesta  a remojo, y salpimentamos al gusto. Ahora debemos mezclar todo muy bien. Yo me ayudo con un tenedor mezclo todo hasta que me quede homogéneo.

Procuro dejar preparada la carne con varias horas de antelación para que coja bien el sabor incluso de un día para otro, de esta manera sabrá mejor, por lo que lo llevaremos al frigorífico.



Pasado ese tiempo es la hora de formar las albóndigas. Es un trabajo sencillo y entretenido. Si hay niños seguro que les apetece pringarse las manos de harina y ponerse al lío.

Cómo se puede apreciar en las fotos las rebozamos en harina y las freímos en una sartén con aceite de oliva hasta que se doren. No pretendemos que se hagan por dentro sino que se sellen por lo que poner el fuego fuerte (sin que se quemen) para que se doren.


Una vez doradas, en otra cazuela pochamos un poco de cebolla y añadimos las albóndigas. Ya sólo queda incorporar la salsa de tomate. Lo ideal es tener una buena salsa casera pero como me pilló de vacaciones tuve que utilizar tomate frito normal. Si es vuestro caso, incorporar también un poquito de agua para su cocción. Las tendremos durante 8-10 minutos más y listo.


En mi casa siempre tenemos la costumbre de acompañar las albóndigas con patatas fritas cortadas en dados pequeños, creo que nada la va mejor y a disfrutar.

¿Os animáis a probar?