A quién no le gusta los huesitos de toda la vida, con sus barras de barquillo y ese chocolate que los cubre. Pues bien hoy os ofrezco la posibilidad de hacerlos vosotros mismos, de forma muy fácil y ya veréis que con un resultado envidiable.
Lo primero deciros que en mi caso no me quedaron exacatamente como los comprados por un sencillo motivo las obleas de helado eran cuadradas y lo ideal, si queréis que sean como las auténticas, es que sean rectangulares (creo que en Mercadona las venden así) pero os puedo asegurar que a nadie que las probó se quejó al respecto.
INGREDIENTES:
- 1 paquete de obleas de helado
- Nocilla® (Nutella® o similar)
- 150 grs. de chocolate para fundir
- 1 cucharada de aceite de girasol
PREPARACIÓN:
Lo primero será untar las obleas de helado con la Nocilla hasta formar cuatro capas, presionando bien para que se peguen todas ellas. Si sobresale algo no pasa nada ya que con un cuchillo untaremos también los bordes.
Repetiremos con todas las obleas.
Una vez untadas las meteremos en el frigorífico una media hora para que se endurezca el chocolate y así poder partirlas con mayor facilidad.
Pasado ese tiempo haremos los cortes de las obleas.
Como os he comentado antes, yo al usar las cuadradas las partí en dos, pero si usáis la rectangular, los debéis partir en tres y así tendrán la misma forma que los originales.
Ahora será el turno de calentar el chocolate para fundir. Podéis usar chocolate con leche, chocolate negro o incluso blanco, el que más os guste. Yo usé un chocolate con leche y lo hice en el microondas. Si lo hacéis así, os recuerdo que cada 30 segundos hay que sacarlo y removerlo para que no se queme.
Con el chocolate fundido añadí una cucharada de aceite de girasol para darle más brillo.
Ya sólo queda darles un ligero baño de chocolate y dejarlos enfriar para que el chocolate endurezca.
A mi me salieron 8 huestios y os puedo asegurar que duraron muy poco. Es lo que tiene el chocolate que no hay quién se resista.
¿Os animáis a probar?
Rotundo éxito, fáciles para que sean los niños los cocineros. Los míos no pudieron esperar a que se endureciera del todo el chocolate.
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