lunes, 19 de mayo de 2014

Quiche Lorraine

Al parecer la quiche Lorraine es la madre de toda las quiches, de origen francés (más exactamente de la ciudad de Lorena), esta tarta salada nos permite jugar con infinitas posibilidades.


Por ser la primera quiche que publico he pensado que lo mejor será hacer la más clásica de bacon y queso, ya que seguro que a todo el mundo le gustará, pero prometo repetir con otras combinaciones.

INGREDIENTES:

- 1 lámina de pasta quebrada o pasta brise
- 3 huevos
- 200 ml. de nata para cocinar
- 100 ml. de leche
- 1 puerro
- 150 grs. de bacon
- 150 grs. de queso rallado


PREPARACIÓN:

Sacaremos del frigorífico la pasta quebrada para que no esté fría cuando empecemos a manipularla.

Yo utilizo un molde de silicona de 23 cm típico de quiches pero vosotros podéis utilizar cualquier otro. Ponemos la lámina de pasta por encima y vamos ajustando con los dedos al molde. Recortamos lo que sobre.

Una vez tenemos la pasta quebrada sobre el molde tenemos dos opciones. O bien ponemos 10 minutos la pasta al horno, para ello pinchamos con un tenedor la pasta quebrada y la horneamos poniendo algún peso sobre ella, por ejemplo unos garbanzos, para evitar que suba.


Este paso a veces me lo ahorro y la verdad es que no pasa nada y queda igual de buena. Simplemente un poco menos tostada.


Por otro lado en una sartén rehogamos el puerro y el bacon. Escurrimos bien para que no quede nada de aceite y los incorporamos a la quiche.


Seguidamente batimos los huevos junto con la nata y la leche. Si no tenéis nata podéis sustituirla por leche evaporada y así le quitamos calorías a la quiche. 

Vertemos la mezcla por encima del bacon y el puerro y lo distribuimos bien.

Por últimos le añadimos queso por encima. Yo he utilizado queso ya rallado pero si tenéis otro podéis añadírselo, ya sea en dados o rallado pero que sea un queso que funda bien.


Y al horno. Yo la tuve durante 25 minutos a 200ºC. Lo mejor es asegurarse que ha cuajada pinchándola con un palillo. De esta forma comprobamos que está en su punto.


Y a disfrutar. 


Se puede tomar caliente, recién salida del horno que a mi es como más me gusta, pero también hay quién la toma fría. Es contundente y una auténtica delicia.

¿Os animáis a probar?

No hay comentarios:

Publicar un comentario