Tal vez al título le falta algo de glamour pero esta tarta es la especialidad de mi suegro Aurelio, quien lleva años haciéndola y nosotros años disfrutándola.
Su secreto es bien sencillo lleva mucha manzana y sobretodo la manzana debe ser de la variedad reineta. Si no la encontráis podéis optar por otra pero si la probáis con este tipo de manzana ya no la querréis con otra.
INGREDIENTES:
- 1,250 Kg. de manzana reineta
- 3 huevos
- 9 cucharadas de azúcar
- 10 cucharadas de leche
- 10 cucharadas de harina
- 80 grs. de mantequilla
- 1 bote de mermelada de albaricoque
PREPARACIÓN:
En primer lugar pelamos las manzanas y las cortamos en cuadraditos más o menos iguales. Reservamos dos o tres manzanas para decorar.
A continuación batimos los huevos con el azúcar, la leche y la mantequilla. Y por último añadimos la harina.
Ahora con una lengua pastelera o una cuchara de madera añadimos la mezcla anterior a la manzana picada y mezclamos bien.
En un molde que previamente hemos untado de mantequilla y harina, volcamos toda la mezcla, y ya sólo nos queda decorar con las manzanas que reservamos al principio. En este caso cortamos rodajas finas y completaremos el círculo de fuera hacia adentro hasta que tapemos toda la superficie.
Metemos al horno sin precalentar durante 1 hora (a veces la he tenido que tener 1 hora y cuarto) a 180ºC.
Una vez fría untamos una capa de mermelada de albaricoque para que le dé brillo.
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