Tenía muchas ganas de hacer esta tarta. Tal vez a muchos no os guste la cerveza negra pero dudo mucho que haya alguien a quien no le guste esta tarta.
Como véis en las fotos la tarta parece una pinta de guinness, el cuerpo negro y la espuma blanca. Pero además es que está buenísima. Y sí es un bomba pero tenéis que probarla, porque es un espectáculo.
La gran ventaja que tiene es que está mejor de un día para otro. El bizcocho se asienta y toma más sabor.
INGREDIENTES:
PARA EL BIZCOCHO:
- 250 ml. de cerveza negra Guinness
- 250 grs. de harina
- 400 grs. de azúcar
- 250 grs. de mantequilla
- 75 grs. de cacao puro Valor®
- 140 ml. de nata líquida para montar
- 2 huevos
- 2 1/2 cucharaditas de bicarbonato
PARA EL FROSTING O COBERTURA:
- 300 grs. de queso de untar
- 360 ml. de nata líquida para montar
- 150 grs. de azúcar glas
PREPARACIÓN DEL BIZCOCHO (en Thermomix):
Mezclamos la harina, el cacao puro y el bicarbonato a velocidad 6 durante 10 segundos y reservamos.
Sin lavar el vaso, calentamos la cerveza durante 2 minutos a 70º velocidad 1 y cuando esté caliente le añadimos la mantequilla y programamos 2 minutos más o hasta que se funda por completo. Llevamos la mezcla a la nevera par que temple durante 10 minutos.
Sin lavar el vaso, añadimos los huevos y la nata a velocidad 4 durante 10 segundos.
Agregamos la cerveza a velocidad 4 durante 10 segundos.
Por últimos incorporamos la mezcla que teníamos reservada de harina, cacao y bicarbonato durante 30 segundos a velocidad 6.
PREPARACIÓN DEL BIZCOCHO (Clásica):
Ponemos la cerveza a cocer en un cazo, pero teniendo cuidado de que no llegue a hervir. Añadimos la mantequilla y removemos hasta que se funda por completo. Reservamos en la nevera durante 10 minutos para que temple.
En un bol ponemos la harina, el cacao, el azúcar y el bicarbonato y lo mezclamos todo bien.
En otro bol, mezclamos los huevos y la nata líquida con unas varillas eléctricas hasta que estén bien ligados. A continuación la cerveza con la mantequilla y volvemos a ligar.
Ya sólo queda mezclar el bol de la harina con ésta última hasta conseguir una mezcla homogénea y sin grumos.
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Precalentamos el horno a 180ºC.
Vertemos la mezcla en un molde (yo lo hice en uno de 23 cm) engrasado con mantequilla y harina y lo llevamos al horno durante 1 hora aproximadamente.
El tiempo es orientativo ya que cada horno es un mundo. Para aseguraros pinchar con un palillo el bizcocho cuando lleve 50 minutos y si sale seco será el momento de sacarlo del horno.
Una vez frío desmoldamos y reservamos hasta el día siguiente.
PREPARACIÓN DEL FROSTING (en Thermomix):
Colocamos la mariposa y ponemos el queso de untar y el azúcar glas y programamos durante 20 segundos a velocidad 2. Reservamos.
Sin quitar la mariposa ponemos la nata y programamos a velocidad 3. Aquí no hay tiempo. Debemos ir vigilando la nata hasta que vemos que queda montada. Aproximandamente en 3 minutos pero dependerá de la grasa que tenga la nata, de lo fría que esté, etc. Lo mejor es no quitarle ojo.
Una vez montada la nata, con una lengua pastelera la vamos mezclando con el queso de untar mediante movimientos envolventes.
Lo tapamos con un papel film y lo llevamos a la nevera hasta el día siguiente para que tome cuerpo.
PREPARACIÓN DEL FROSTING (Clásica):
Mezclamos el queso de untar y el azúcar hasta que quede cremoso. Y reservamos.
Con una varillas eléctricas montamos la nata. Una vez montada la mezclamos con el queso mediante una lengua pastelera con movimento envolventes.
Lo tapamos con un papel film y lo llevamos a la nevera hasta el día siguiente para que tome cuerpo.
Ya al día siguiente simplemente tenemos que poner el Frosting o cobertura por encima del bizcocho. Debe quedar con la apariencia de la espuma de la cerveza. Que caiga un poco por los lados del bizcocho.
Queda realmente espectacular y el sabor os sorprenderá.
¿Quién quiere una Guinness? Mejor dicho, ¿quién quiere un trocito de tarta?
¿Os animáis a probar?
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