Muchas veces nos planteamos hacer huevos pero no queremos freirlos por aquello de la dieta y nos decidimos por los huevos escalfados. Sin embargo no acabamos haciéndolo porque nos da miedo que se rompan e incluso no nos gusta ese sabor que deja el vinagre en el agua de cocción.
Para solucionarlo una forma ideal son los huevos poché. Se trata de un huevo escalfado pero que se mete en un papel film con el cual se hace un saquito antes de incorporlo al agua.
Tenemos otra ventaja y es que antes de cerrar el saquito podemos especiarlo de mil maneras para darle mayor intensidad. En este caso he utilizado sal y pimienta negra pero podéis añadirle curry, trufa e incluso queso rallado. Todo le va bien.
INGREDIENTES:
- 1 huevo
- Papel film transparente
- Aceite de oliva
- Sal
- Pimienta
PREPARACIÓN:
Cortamos un trozo de papel film y forramos una taza con él. Yo he utilizado el cubiltete de la thermomix pero valdrá cualquier taza pequeña.
Untamos con un poco de aceite de oliva el papel film para que el huevo no se pegue.
Rompeños el huevo sobre la taza con cuidado de no romperlo. Le añadimos las especies que nos apetezca o si queremos trocitos de jamón o queso que también le van muy bien.
Por último cerramos el saquito con cuidado de no rompero y procurando sacar todo el aire.
Cortamos otra tira fina de papel film y con ésta hacemos un nudo al saco.
En un cazo con agua hirviendo (podéis añadirle sal y vinagre aunque no es imprescindible) incorporamos el saquito con el huevo. Y lo tuve 4 minutos y quedó la clara durita y la yema líquida.
Es importante que pasado ese tiempo pongamos el huevo en un cuenco con agua fría para cortar la cocción y tener un poco de cuidado para quitar el film para no quemarnos.
Es un huevo ideal para acompañar en tostas, cremas o incluso un arroz a la cubana.
Yo en este caso en una tosta con un poco de crema de vinagre balsámico.
¿Os animáis a probar?
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