lunes, 30 de junio de 2014

Rosquillas de anís

Hoy vengo con un dulce de toda la vida que me trae muchos recuerdos ya que aún veo como mís tías se ponían manos a la obra y hacían decenas de ellas sobre todo en fiestas y como ese sabor a anís nos encantaba.


La receta que traigo no es la original, tal vez algún día la haga pero a cambio es una receta fácil y sencilla para que a nadie le de pereza ponerse al lío.

INGREDIENTES:

- 350 grs. de harina de trigo
- 2 huevos
- 30 ml. de aceite de girasol
- 30 ml. de anís La Castellana® (vale cualquier otro)
- 100 grs. de azúcar
- 1 sobre de levadura Royal®
- Sal
- Ralladura de un limón (no es obligatorio)
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- Azúcar y canela para espolvorear
- Aceite de girasol para freír


PREPARACIÓN (en Thermomix):

Pesamos la harina y reservamos.

Resto de los ingredientes al vaso y programamos 30 segundos a velocidad 5.

Con la máquina en marcha y a velocidad 4 vamos añadiendo la harina por el bocal. Una vez esté toda programamos 1 minuto a velocidad espiga.

Dejamos reposar la masa 15 minutos. 


PREPARACIÓN (Clásica):

Pesamos la harina y reservamos.

Con unas variallas vamos mezclando en un bol el resto de los ingredientes.

A la mezcla anterior le vamos añadiendo la harina poco a poco y con un cucharón de madera vamos mezclando bien hasta conseguir una masa homogénea.

Dejamos reposar la masa 15 minutos.
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Espolvoreamos sobre la mesa de trabajo un poco de harina (sin pasarse para que no se pongan duras) y vamos formando las rosquillas.

A mí el sistema más fácil es coger una bolita de masa, hacer un rulo con ella y a continuación darle forma de rosquilla. Muy fácil y si tenéis peques cerca seguro que quieren echar una mano.


Ya sólo queda freir en abundante aceite de girasol (para que no coja demasiado sabor) a fuego medio y cuando se doren les damos la vuelta.


Por último las pasamos por un poco de azúcar y canela (o sólo azúcar eso ya va en gustos) y a disfrutar.


Como véis en las fotos quedan esponjosas y muy sabrosas con un ligero toque a anís. Yo las meto en una lata para que duren más aunque os reconozco que no duraron mucho.


Las podéis comer para desayunar con un buen cafecito con leche o para la merienda. O si tenéis la suerte de pasar la Semana Santa por León las tomaréis mientras "matáis judíos" con la limonada típica de esas fechas.

¿Os animáis a probar? 

1 comentario:

  1. Las acabo de hacer y antes de pasarlas por el azúcar me he metido una entre pecho y espalda, no fuera a ser que no estuvieran buenas, para asegurarme me he comido otra más, y ahora después de comprobar que están de miedo, las voy a pasar por el azúcar... a ver cuanto duran, porque igual tengo que hacer otra tanda pasado mañana... Un gran cocinero Sergio Fernández.

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