Muchas veces no queremos preparar helados caseros con la excusa de no tener heladera o porque lo vemos muy complicado, pero si os digo que este helado sólo lleva mango, un poco de agua y unas cucharadas de miel...a que ya no tenéis excusa...
Lo mejor es prepararlo la noche anterior y el resultado es un helado con sabor a mango y de una cremosidad increíble.
INGREDIENTES:
- 2 mangos
- 100 ml. de agua
- 2 o 3 cucharadas de miel
PREPARACIÓN:
Lo primero será pelar el mango.
Para quien nunca haya comido un mango, lo que vamos a hacer es a cortarlo a lo largo pero dejando como un dedo de la parte central del mango, que es donde tiene el hueso.
De esta forma tendremos dos mitades que podemos aprovechar y una tercera que desechamos.
A las dos mitades, le damos unos cortes a la largo y sobre éstos nuevamente repetimos los cortes, consiguiendo unos cuadrados.
Ahora con una cuchara vamos a pelar los trozos de mangos.
Repetimos la operación con el otro mango.
Llevamos los trozos a un tupper y dejamos en el congelador toda la noche.
Al día siguiente, ponemos los trozos de mango congelado sobre una picadora y añadimos el agua y la miel. Trituramos hasta conseguir una masa homogénea y cremosa.
Volvemos a llevar al congelador por espacio de 1 hora.
Después de este tiempo ya podemos disfrutar de un helado cremoso...
... sin apenas grasa y con un sabor fantástico a mango.
¿Os animáis a probar?
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