Tortilla de patata al microondas

Muchas veces nos da pereza preparar según que platos por la molestia que supone su elaboración, o porque a la hora de comerlos no nos sientan del todo bien por el exceso de grasa que puedan conllevar aunque sean platos que nos encanten.

Este puede ser el caso de la tortilla de patata, un clásico que no puede faltar en nuestras casas, pero que a veces, ya sea porque nos da pereza ponernos o porque no nos siente demasiado bien, dejamos de prepararla.

Pues con esta receta ya no tenemos ninguna excusa. La patata en el microondas se cocina en 15 minutos, podemos añadirle cebolla o no, eso a nuestro gusto y el resultado, os va a sorprender porque la patata queda perfecta, sin sabor a patata cocida, sino con cuerpo, y lo que es mejor, sin apenas grasa.

INGREDIENTES:

- 5 patatas medianas

- 6 huevos

- 1/2 cebolla

- Sal

- Aceite de oliva virgen extra (apenas 3 cucharadas)

PREPARACIÓN:

Comenzamos pelando y lavando las patatas.

A continuación, con la ayuda de un rallador (yo uso uno de Ikea) vamos pasando las patatas. Si no disponemos de uno podemos hacerlo a cuchillo.

Si nos gusta la cebolla, picamos la cebolla en juliana y la añadimos a las patatas. Para mí, la tortilla siempre debe llevar cebolla 😄

Le añadimos sal y dos cucharadas de aceite de oliva virgen extra. Con nuestras propias manos mezclamos todo bien para que se impregne totalmente.

A continuación tapamos con papel film y llevamos al microondas durante 15 minutos a la máxima potencia de nuestro aparato.

Una vez haya pasado ese tiempo, veremos como el papel film se ha inflado. Esperamos unos minutos y con mucho cuidado de no quemarnos lo retiramos.

Ya tenemos las patatas listas, veremos como están en su punto perfecto.

Ya sólo queda cuajar la tortilla. 

Batimos los huevos y añadimos la patata con la cebolla. Mezclamos bien.

En un sartén antiadherente ponemos una cucharada de aceite de oliva y cuando esté caliente añadimos la mezcla anterior. Cocinamos durante unos minutos a temperatura media.

A continuación le damos la vuelta y cocinamos unos minutos más.

El punto de la tortilla la ponéis cada uno. A mi me gusta la tortilla jugosita, pero si están mis peques en casa, las cuajo un poco más para ellos.

Podemos añadirle una buen ensalada y tenemos una cena ideal.

Ya no tenemos excusa para preparar nuestras tortillas en casa.

¿Os animáis a probar?

Crême brûlée

La Crême brûlée es un postre francés muy similar a la crema catalana que se caracteriza por una capa de crema "quemada" que generalmente se hace quemando una capa fina de azúcar.

Es de los postres más ricos que he probado y seguramente de los más sencillos de preparar, servidos en tarrinas individuales hacen que sea todo un placer para los sentidos.

INGREDIENTES (para 4 personas):

- 250 ml. de nata

- 200 ml. de leche

- 75 grs. de azúcar

- 5 o 6 yemas de huevo (aproximadamente 100 grs.)

- 1 palito de canela en rama

- Azúcar para espolvorear (si es azúcar moreno mejor)

PREPARACIÓN:

Ponemos la leche y la nata en un cazo junto con el palito de canela y dejamos que hierva. A continuación tapamos el cazo y dejamos que infusione durante 30 minutos.

Precalentamos el horno a 100º C.

En un bol ponemos las yemas y el azúcar y con la ayuda de unas varillas mezclamos bien. Ya sólo queda incorporar, con la ayuda de un colador, la mezcla de leche y nata a las yemas hasta que se incorpore completamente.

Rellenamos nuestros moldes y los tapamos con papel film. 

Horneamos durante 1 hora y 30 minutos a 100ºC.

Pasado ese tiempo y una vez hayan templado llevamos al frigorífico.

Justo antes de servir, espolvoreamos azúcar por encima y con la ayuda de un soplete quemamos el azúcar hasta conseguir una fina capa de caramelo.

Es un bocado delicioso y aunque nos parezca mucho tiempo de horneado, al hacerse a una temperatura baja, el resultado es simplemente perfecto.

Estoy seguro que si os animáis a probar...repetiréis.

Y si os estáis preguntado que hacer con las claras sobrantes, no os preocupéis que próximamente os mostraré un bizcocho con claras y avena delicioso.

¿Os animáis a probar?

Croissants de espinacas, queso de cabra y cebolla caramelizada

Tenemos la costumbre de preparar croissants dulces, ya sean rellenos de chocolate, crema pastelera o simplemente con un baño de miel, pero en esta ocasión vamos a preparar un plato salado, perfecto para una cena.

Podemos tunear un poco la receta a nuestro gusto, pero os aseguro que esta mezcla de ingredientes da un resultado fantástico.

INGREDIENTES (para 4 croissants):

- 1 lámina de hojaldre redondo

- 250 grs. de espinacas

- 1 cebolla

- 150 grs. de rulo de queso de cabra

- 1 cucharada de azúcar

- 2 cucharadas de licor (o vinagre)

- Aceite de oliva

- 1 huevo (para pintar)

- Ajónjoli (para decorar)

PREPARACIÓN:

La preparación es muy sencilla. Vamos a comenzar preparando la cebolla caramelizada. Para ello ponemos en una sartén una cucharada de aceite de oliva y ponemos a pochar la cebolla cortada en juliana.

Cuando ya esté blandita ponemos el azúcar y la dos cucharadas de licor o vinagre, y dejamos evaporar durante unos minutos. Reservamos.

En un cazo con agua hirviendo ponemos las espinacas a cocer durante 3 minutos. Colamos bien y reservamos.

Para acabar cortamos nuestro queso de rulo en ocho discos y éstos a su vez por la mitad. Pondremos dos discos por cada croissant.

Ya tenemos preparado nuestro relleno. Dejamos que temple un poco antes de rellenar nuestro hojaldre.

Precalentamos el horno a 200ºC.

Extendemos la placa de hojaldre y la cortamos en cuatro partes.

Ahora ponemos el relleno en la parte de abajo del hojaldre, y vamos colocando las espinacas primero, la cebolla caramelizada y por último el queso de cabra, tal y como vemos en las fotos.

Enrollamos el hojaldre hasta la punta del triángulo para acabar dándole la vuelta y darle forma de croissant.

Repetimos la operación con los otros tres y los vamos colocando en una bandeja de horno con papel sulfurizado.

Batimos el huevo y pincelamos cada croissant. Después, si nos gusta podemos espolvorear ajónjoli por encima. Le da un toque crujiente.

Horneamos durante 20-25 minutos a  200ºC o hasta que veamos que están dorados y crujientes.

Servimos calientes, aunque procurando no quemarnos, cosa que ya os puedo asegurar que os puedo costar mucho trabajo...

de hecho os aseguro que yo me quemé...

¿Os animáis a probar?

Panecillos de manteca

Hoy vamos a preparar unos panecillos o bizcochitos de manteca que están entre los salado y lo dulce, y que si los pruebas no podrás parar de comerlos. Se preparación es muy sencilla, sólo debemos dejar pasar los tiempos de levado, pero vais a ver que no tienen ninguna complicación.

Son perfectos para tomar junto con el café y al llevar manteca, quedan hojaldrados y deliciosos.

INGREDIENTES:

- 500 grs. de harina

- 5 grs. de levadura de panadero (o 15 grs. de levadura fresca)

- 250 ml. de agua

- 150 grs. de manteca de cerdo

- 1 cucharadita de miel

- 5 grs. de sal

- Azúcar glas para espolvorear

PREPARACIÓN (con Thermomix):

Ponemos el agua en el vaso junto con la levadura y la sal. Programamos 3 minutos a 37 ºC a velocidad 3.

Incorporamos la harina, la manteca y la sal. Mezclamos 5 segundos a velocidad 6 y programamos 5 minutos de amasado a velocidad espiga.

PREPARACIÓN (Clásica):

En un bol, ponemos el agua, la mitad de la harina, la levadura y la miel. Dejamos durante unos minutos hasta que veamos espuma en la superficie.

Incorporamos el resto de la harina, la manteca a temperatura ambiente y la sal. 

Amasamos durante unos minutos con las manos hasta conseguir una masa homogénea.

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Damos a la masa forma de bola y la dejamos que doble su volumen durante 1 hora aproximadamente.

Pasado ese tiempo, estiramos la masa con la ayuda de un rodillo y dejamos un grosor de unos 2 cm.

Con la ayuda de un corta pastas vamos haciendo nuestros panecillos que los iremos poniendo en una bandeja de horno.

Ahora volvemos a dejar que doblen su volumen durante otra hora. Mientras vamos encendiendo el horno a 200ºC.

Ya sólo queda hornearlos durante 20 minutos a 200ºC o hasta que veamos que adquieren un tono dorado en la superficie.

Espolvoreamos azúcar glas por encima y a disfrutar.

Son un bocado delicioso y altamente adictivo... En apariencia son similares a los nevaditos pero os puedo asegurar que no tienen nada que ver, son menos dulces...un bocado delicioso.

¿Os animáis a probar?