Café Dalgona

Si esta cuarentena se ha vuelto viral por algo es por la cocina, y concretamente por hacer recetas de pan, de ahí que cueste encontrar levadura e incluso harina, pero como ganadora absoluta en la red, está el café dalgona.

Se trata de una espuma de café que podemos conseguir de forma muy sencilla en casa. Este tipo de café se le conoce también como el capuccino al estilo indio y su nombre se debe a que la espuma que la caracteriza recuerda a una golosina para los niños muy popular en Corea del Sur conocida como Dalgona que tiene una forma muy parecida y que se prepara con azúcar y bicarbonato sódico.

INGREDIENTES:

- 10 grs. de café soluble

- 20 grs. de azúcar

- 20 ml. de agua

- Leche

- Hielo (opcional)

PREPARACIÓN (En Thermomix):

Para conseguir la espuma vamos a poner la mariposa en las cuchillas y vertemos el café soluble, el azúcar y el agua. Programamos 3 minutos a velocidad 3.

PREPARACIÓN (Clásica):

Ponemos el café soluble, el azúcar y el agua en un bol amplio. Con unas varillas eléctricas batimos durante 3 minutos o hasta conseguir la espuma.

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Una vez tenemos nuestra espuma vamos a preparar nuestro vaso o copa.

El tradicional se toma en verano con hielo y leche en el fondo y a continuación ponemos 2 o 3 cucharadas de espuma por encima.

También podemos hacerlo caliente. Simplemente calentamos nuestra leche y después colocamos nuestra espuma por encima.

Después mezclamos todo y vamos a obtener un café con un sabor fantástico y una espuma dura y consistente.

Para los que no quieran tomar café pueden sustituirlo por descafeinado soluble y sale exactamente de bien.

Y ahora un truquillo para tener nuestro café siempre a mano:

A mi me gusta preparar más cantidad (más o menos el triple de la receta), es decir 30 grs. de café soluble, 35 grs. de azúcar y 60 ml. de agua y consigo mucha más cantidad. 

Después la guardo en un tupper y la llevo al congelador. Después cuando quiero mi café simplemente me sirvo un par de cucharadas directamente del tupper y lo mezclo con mi leche.

La espuma no llega a congelar del todo y así siempre dispongo de ella. Espero que os sirva.

#YoMeQuedoEnCasa

¿Os animáis a probar?

Bacalao al pil pil

Desde hace mucho tiempo el bacalao es uno de mis pescados favoritos, y prácticamente me gusta de cualquier forma, pero si hay una típica es el bacalao al pil pil.

Es un plato que se prepara en menos de 15 minutos, y por si nunca os habéis animado os diré que a todo el mundo le va a salir esta famosa salsa...y para conseguirlo sólo vamos a necesitar un pequeño "colador" (toma spoyler).

INGREDIENTES (para 2 personas):

- 2 lomos de bacalao desalado

- 2 dientes de ajos

- 1/2 guindilla (opcional)

- Aceite de oliva virgen extra

PREPARACIÓN:

Por supuesto lo primero será tener el bacalao desalado. Yo por comodidad lo compro congelado que viene en su punto de sal. 

Ponemos una buena cantidad de aceite de oliva en una sartén y sofreímos los ajitos en láminas y si nos gusta el toque picante, la media guindilla.

Una vez que estén dorados los reservamos.

Ponemos nuestros lomos de bacalao con la piel boca arriba y lo cocinamos a fuego bajo durante 5 minutos. 

Pasado ese tiempo les damos la vuelta y cocinamos otros 5 minutos por el otro lado. Os recuerdo que el aceite debe estar muy bajito. Así ayudamos a que vaya soltando toda la gelatina del bacalao, que es lo que nos ayudará a ligar la salsa.

Reservamos el bacalao.

Ahora podemos ver como el aceite se ha llenado como de partículas blancas. Es justo lo que buscábamos.

Retiramos el aceite del fuego y como os contaba más arriba, con un colador pequeño como el de la imagen vamos batiendo, de tal forma que poco a poco vaya ligando la gelatina con el aceite.

Más o menos nos llevará 3 minutos en conseguir un pil pil perfecto.

Ya sólo tenemos que emplatar nuestros lomos de bacalao, cubrir con nuestra salsa pil pil y poner nuestros ajitos (y la guindilla) por encima.

Un pescado deliciosos con una salsa maravillosa digna de una restaurante de lujo, que cómo siempre os digo, puede ser nuestra cocina...

... y ahora más que nunca #YoMeQuedoEnCasa.

¿Os animáis a probar?

Pan de Torrijas

Estamos en época de torrijas y más este año que estamos casi todo el mundo en casa y estamos como locos por preparar recetas anti operación biquini.

Pues bien, yo me puse a prepararlas pero en el supermercado me encontré con que fue imposible encontrar pan para prepararlas. Tal vez otro año no las hubiera preparado pero éste no, las iba a hacer sí o sí, así que me decidí a preparar mi propio pan de torrijas, y el resultado me ha gustado tanto, que dudo que vuelva a comprar el pan.

Es una masa muy fácil de manejar por lo que os animo a prepararla.

INGREDIENTES:

- 500 grs. de harina de fuerza

- 280 ml. de leche

- 7 grs. de levadura seca o 25 grs. de levadura fresca

- 1 cucharadita de miel

- 1 cucharadita de sal

PREPARACIÓN (En Thermomix):

Ponemos en el vaso la leche, la cucharadita de miel y la levadura (en este caso usé levadura seca de panadero). Programamos 3 minutos a 37º a velocidad 3.

Pasado ese tiempo volcamos toda la harina y la sal. Mezclamos durante 10 segundos a velocidad  6 y programamos el amasado. En este caso 8 minutos a velocidad espiga.

PREPARACIÓN (Clásica):

Mezclamos la leche que debe estar tibia con la miel y la levadura (en este caso usé levadura seca de panadero). En un cuenco amplio ponemos la harina la ya sal. Y vamos añadiendo poco a poco la mezcla de la leche sobre la harina. Debemos ir amasando con los dedos hasta que se haya integrado completamente y conseguir una masa homogénea.

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Hacemos una bola con nuestra masa y la dejamos que repose 15 minutos.

A continuación amasamos hasta darle foma de barra de pan. Debemos conseguir que el tamaño sea lo más uniforme posible. Más o menos nos ocupará la diagonal de nuestra bandeja de horno.

Ahora con un cuchillo afilado le damos unos cortes del grosor que queramos que sean nuestra torrijas.

Volvemos a tapar nuestro pan y dejamos que repose en un lugar cálido durante 30 minutos.

Pasado ese tiempo llevamos a nuestro horno que lo tendremos precalentado durante 30-35 minutos a 200ºC.

Si vemos que se tuesta demasiado le ponemos un poco de papel de aluminio por encima. Yo lo dejo en la parte inferior del horno (segunda rendija comenzando desde abajo).

Ya sólo queda dejar que enfríe.

Lo ideal es dejarlo de un día para otro para que la miga coja cuerpo.

Y como podéis ver queda un pan fantástico. La miga es perfecta para las torrijas ya que va a absorber toda nuestra leche sin que se desmorone. 

Y ésta es una pequeña muestra de torrijas de miel y de azúcar y canela que hicimos con este pan. Creo que nos quedamos cortos. Por si acaso os dejo la receta de las Torrijas. 

#YoMeQuedoEnCasa

¿Os animáis a probar?

Rosquillas

Estamos en época de postres típicos de Semana Santa y en muchos lugares de España son muy típicas las rosquillas o rocos de Semana Santa.

Existen multitud de recetas y hoy os traigo una muy sencilla donde tendremos 8 rosquillas pero de un tamaño realmente grande, ya que se hacen dobles, y vamos a ver como obtenemos un rosquilla esponjosa y riquísima.

INGREDIENTES (para 8 rosquilllas):

- 550 grs. de harina leudante (harina con levadura incorporada)

- 3 huevos

- 120 grs. de azúcar

- 70 ml. de aceite de oliva

- 110 ml. de leche

- Ralladura de la piel de un limón

- Azúcar y canela para rebozar

- Aceite de girasol para freír

PREPARACIÓN (En Thermomix):

Lo primero que vamos a hacer es pulverizar el azúcar junto con la piel del limón durante 10 segundos a velocidad 5-7-9.

Añadimos los huevos, el aceite y la leche. Mezclamos 10 segundos a velocidad 6.

Por último añadimos la harina. Mezclamos unos segundos y programamos 2 minutos a velocidad espiga.

PREPARACIÓN (Clásico):

En un bol amplio ponemos los huevos, el azúcar, la ralladura del limón, la leche y el aceite y con la ayuda de unas varillas mezclamos bien.

Ahora poco a poco vamos a añadir la harina. Primero nos permitirá añadirla con las varillas, pero llegará un momento en que lo mejor será utilizar las manos para incorporarla del todo.

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Ahora nos ponemos un poco de aceite en las manos y en la mesa de trabajo y volcamos toda la masa. Y con la ayuda de las manos la extendemos hasta que tenga un grosor de 1,5 cm aproximadamente.

Ya sólo tenemos que cortar los roscos con la ayuda de un vaso o un cortapastas. Yo en este caso he utilizado uno de 8 cm de diámetro. Y los vamos colocando un una bandeja.

Repetimos la operación hasta completar toda la masa.

Ahora nos falta la última fase la fritura de las rosquillas. Para ello ponemos en un cazo una buena cantidad de aceite de girasol a fuego medio.

Para saber si el aceite está en su punto lo mejor es usar un trozo sobrante de masa y verterla en el aceite cuando vamos que burbujea estará perfecta para comenzar a freír.

Cogemos dos discos de masa y los unimos. A continuación les hacemos un agujero en el centro. Mejor que sea grande ya que luego se cerrará durante la fritura.

Ponemos el rosco en el aceite y lo dejamos hasta que veamos que sube a la superficie. En ese momento será cuando haya que darle a vuelta. Esperamos 30 segundos y volvemos a dar la vuelta. Repetiremos este proceso 4 o 5 veces. De esta forma conseguimos un dorado uniforme y por dentro estarán perfectamente cocinadas.

Debemos repetir el proceso con cada rosquillas.

Una vez fritas las ponemos en papel absorbente y una vez hayan templado un poco las pasamos por una mezcla de azúcar y canela. Es mejor que aún estén calientes para que se peguen a la mezcla.

El resultado es unas rosquillas increíbles de un tamaña realmente bueno, con el que tal vez no podamos con una entera, pero seguro que tenemos cerca a alguien que nos ayudará con la otra mitad.

Si alguno no encuentra harina leudante o bizcochona también puede usar harina normal y añadirle un par de cucharaditas de levadura química.

Sin duda un buen entretenimiento para estos días tan caseros, porque lo importante es seguir con nuestra obligación #Yotambienmequedoencasa.

¿Os animáis a probar?