Uno de los mejores postres que he probado en mi vida son los Pastéis de Belem o pastéis de nata, especialidad típica de Portugal.
La primera vez que los probé fue en Lisboa y tengo que decir que son una auténtica delicia. Como curiosidad deciros que a pesar de conocerse como pasteles de nata, no llevan nata, más bien una crema con base de huevo, yemas y azúcar.
Es cierto que su receta secreta sólo la conocen 2 o 3 personas en el mundo pero la receta que os traigo le hace auténtica competencia a la original. Son simplemente fantásticos.
INGREDIENTES (para 12 pasteles):
- 1 plancha de hojaldre fresco (yo uso del Lidl)
- 250 grs. de azúcar
- 125 ml. de agua
- 30 grs. de harina
- 4 yemas
- 250 grs. de leche
- Piel de limón
- 1 palo de canela
- Mantequilla para untar los moldes
- Azúcar glas o canela para espolvorear
PREPARACIÓN:
Comenzamos haciendo un almíbar. En un cazo ponemos el agua y el azúcar y dejamos que hierva durante 5 minutos. Reservamos.
Diluimos la harina en un poco de leche. Intentamos que no nos queden grumos.
El resto de la leche la ponemos en un cazo junto con la piel de limón y el palo de canela. Cuando empiece a hervir le añadimos la mezcla de harina y leche, y removemos bien. Esperamos a que vuelva a hervir para retirarlo del fuego.
Si véis que no conseguís que la harina se integre bien y os quedan grumos, no dudéis de tirar de batidora.
Añadimos el almíbar en hilo sin parar de batir hasta que quede todo bien mezclado. Por últimos lo colamos todo y reservamos para que temple.
Es la hora de ponernos con el hojaldre.
Extedemos la plancha y la enrollamos haciendo un rulo. Cortamos porciones de 3 cm aproximadamente (Nos tienen que salir 12 porciones).
Untamos los moldes (yo uso moldes de flaneras) con la mantequilla para poder desmoldar posteriormente los pasteles.
Y ponemos cada porción de hojaldre en cada molde.
Ponemos el hojaldre sobre el fondo del molde y con los dedos vamos adaptando la masa al molde, del centro hacia fuera, para que tome la forma. Dejamos los bordes un poco más gordos.
Repetimos la operación con el resto de moldes.
Por último vamos a rematar la crema.
Batimos las yemas y las colamos sobre la crema. Mezclamos bien y vertemos en los moldes de hojaldre.
Con el horno precalentado, horneamos a 220º durante 25 minutos aproximadamente. Lo que buscamos es que se dore la crema, ese será el momento de sacarlos del horno.
Desmoldamos con la ayuda de un cuchillo o puntilla y dejamos que se enfríe.
Ya sólo tenemos que espolvorear azúcar glas y canela y a disfrutar.
Un manjar del que ya podemos disfrutar sin necesidad de visitar nuestro país vecino (aunque como excusa tampoco está mal).
¿Os animáis a probar?
Hola vengo a saludarte, llevo mucho tiempo apartada del ordenador. Besos
ResponderEliminarTrini, bienvenida...espero que te quedes por aquí mucho tiempo. Saludos
ResponderEliminarEstos pasteles son un lujo total. Riquisimos.
ResponderEliminarSaludos