Hoy os traigo una curiosidad o más bien un descrubrimiento, se trata del Portobello, un champiñón algo diferente al clásico, conocido como el champiñón exótico, que últimamente se ha puesto de moda por su color tostado en su sombrero pero muy blanco en su tallo.
A la hora de cocinarlo es más terso y firme, con un sabor más dulce y delicado que el blanco. No es mucho más caro, así que os invito a probarlo.
En esta ocasión acompañando de un conejo guisado, fácil y muy rico, para mojar pan.
INGREDIENTES (para 4 personas):
- 1 conejo (troceado y limpio)
- 1 zanahoria grande
- 1 cebolla
- 1 diente de ajo
- 2 tomates
- 1 pimiento rojo
- 300 grs. de champiñón portobello (o el blanco de siempre)
- 1 vaso de vino blanco
- 1 cucharadita de pimentón dulce
- Sal
- Pimienta
- Perejil picado (u otra hierba aromática)
- Aceite de oliva virgen extra
PREPARACIÓN:
Comenzamos salpimentando el conejo. A continuación en una sartén o cazuela grande, ponemos aceite de oliva a fuego fuerte para dorarlo.
Una vez dorado reservamos el conejo.
A continuación en ese mismo aceite sofreímos la cebolla, el ajo, la zanahoria y el pimiento.
Cuando esté pochado, cortamos los champiñones (bien limpios) como vemos en las fotos, y cuando esté cocinado, le añadimos los dos tomates y la cucharadita de pimentón.
Ya sólo queda añadir el conejo a la cazuela, espolvorear pereji picado y añadir el vaso de vino blanco. Dejamos que se cocine a fuego medio durante 40 minutos aproximadamente.
Si queremos más salsa, al vaso de vino blanco podemos añadirle otro vaso de caldo de carne o, en el caso de no tener, un vaso más de agua. En mi caso no me hizo falta con el vino fue suficiente, y como se cocinó, el alcohol se evaporó por completo.
En lugar de perejil podemos poner tomillo y romero que le va muy bien al conejo.
Os recomiendo acompañarlo con un buen pan, porque la salsa está de lujo.
No me negaréis que el resultado es apetecible.
¿Os animáis a probar?
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