Arroz tailandés (al estilo Iván) - Khao Pad

Desde hace tiempo cada vez que vamos a visitar a mi hermana, mi cuñado nos obsequia con este arroz chino que es una de sus muchas especialidades, y es que sabe que es un plato que nos encanta.

Yo lo voy a hacer según sus indicaciones pero ya sabéis que, como en la mayoría de recetas, podéis añadir o quitar a gusto.

INGREDIENTES (para 4-6 personas):

- Arroz jazmín (sino tenéis vale arroz largo pero le faltará su aroma)

- 2 peguchas de pollo

- 2 zanahorias

- 1 cebolla

- 1 diente de ajo

- 4 huevos

- Azúcar

- Pasta de cilantro

- Vinagre de arroz

- Salsa de pescado o Fish sauce

- Picante en polvo (o guindillas picantes) 

PREPARACIÓN:

En primer lugar debemos cocer el arroz. El mejor para este tipo de platos es el arroz de grano largo (yo tengo uno comprado en una tienda oriental que tiene un aroma inigualable).

Para cocerlo lo más importante es que nos quede muy suelto. Podéis rehogarlo un poco y después añadirle el agua hasta que se consuma. Aunque os confieso que donde mejor queda el arroz es en el robot de cocina New Chef, simplemente espectacular.

Mientras tenemos el arroz en su punto, procederemos a cortar la cebolla y las zanahorias muy finas y ponerlas en una sartén para que se rehoguen. 

Cortamos la pechuga de pollo en trocitos no muy grandes, salpimentamos y añadimos a las verduras.

En otra sartén, tras batir los huevos, hacemos huevos revueltos, ya sabéis con una cuchara removemos hasta que cuajen a nuestro gusto.

A continuación, incorporamos una cucharada de salsa de pescado (huele horrible pero le da mucho sabor) y otra cucharada de vinagre de arroz. 

Cuando esté el pollo hecho añadimos el arroz y los huevos revueltos.

Para acabar podemos picar cilantro o echamos pasta de cilantro (que nos durará más tiempo en la nevera), un poco de azúcar y el picante al gusto. 

Acabamos con 4-5 cucharadas de vinagre de arroz y otras 4-5 cucharadas de salsa de pescado. Removemos todo muy bien y dejamos que coja todo el sabor (típico tailandés).

Ya sólo queda emplatar. Para ello llenamos unos cuencos con el arroz y lo volcamos en el plato.

 

El resultado es digno de cualquier restaurante oriental pero con un toque casero, y ya será por el leve sabor a picante o por el cilantro, la cuestión es que es un plato obligado que nos vuelve locos a todos.

¿Os animáis a probar?

Sándwich mixto

¡¡¡Camarero!!! Un sándwich mixto y una coca-cola, pues esta vez versión casera pero igual de buena, porque de vez en cuando no quita darse a la comida rápida pero con nuestro toque personal.

 

Es cierto que en el bar de la esquina nos lo hacen en la plancha, pero en casa con una sartén de toda la vida quedará para chuparnos los dedos.

INGREDIENTES:

- 2 rebanadas de sándwich (a poder ser grande y si es casero mejor)

- 2 lonchas de jamón york

- 1 loncha de queso

- 2 hojas de lechuga

- 1 tomate pequeño

- 1/4 de cebolla

- 1/2 lata de atún

- Mayonesa

- 1 huevo (opcional)

PREPARACIÓN:

Untamos las rebanadas de pan con mantequilla o aceite de oliva (según el gusto de cada uno). 

Ponemos en la sartén la rebanada de sándwich que hemos untado (la cara untada sobre la sartén) y añadimos una loncha de jamón, una de queso y otra de jamón y encima la rebanada de pan.

Cuando se dore, le damos la vuelta.

Una vez tengamos hecho el sándwich lo abrimos y le añadimos la lechuga cortadita, el tomate en rodajas y la cebolla picada. Le ponemos un poco de mayonesa y encima el atún.

Por último, si lo queremos rematar podemos hacer un huevo a la plancha (por eso de tener menos grasa) y hacemos un agujero al pan (con un vaso) y lo ponemos encima.

Ya sólo queda partir el sándwich en cuatro  y listo.

Unas patatas fritas le van que ni pintado y una coca-cola ni te cuento.

Vale que no debemos comer este tipo de platos todos los días, pero si lo preparamos nosotros, a nuestro gusto y encima con nuestro propio pan, ya no hay excusa.

¿Os animáis a probar?

Quesada "sin queso"

Tal vez tengáis razón en decir que esto no es una quesada, ya que no lleva queso (lleva yogur) pero en casa siempre la hemos llamado así y os tengo que decir que es una preparación que no puede ser más sencilla ya que se baten todos los ingredientes y al horno. 

INGREDIENTES (Utilizo el yogur como medida):

- 1 yogur natural (sin azúcar)

- 2 azúcar

- 2 harina

- 4 leche

- 3 huevos

- Mantequilla y harina para cubrir el molde

PREPARACIÓN:

Echamos todos los ingredientes en un cuenco y batimos bien. 

Untamos un molde con mantequilla y harina y volcamos la mezcla anterior.

Al horno 20 minutos a 180ºC. 

A mi me gusta más bien poco hecha, para que quede más jugosa. Pero también podéis dejarla un poco más, os quedará más durita pero igual de apetitosa.

Estoy convencido que aquéllos que os animéis a probarla repetiréis, no os cuento la cantidad de ocasiones que me ha sacado de un apuro cuando he tenido invitados en casa.

Ya sólo falta un cafecito y tenemos una sobremesa o una merienda muy dulce. 

¿Os animáis a probar?

Pan de molde

Me confieso admirador de todo tipo de panes, de barra, de hogaza incluso del pan de molde, que desde luego no puede compararse a los anteriores pero si lo hacemos nosotros mismos, comprobaréis que en nada tiene que envidiar, porque a quién no le gusta un sandwich mixto o unas tostadas.

La dificultad es nula y si os da miedo por el tema del levado, deciros que se lo quitéis rápidamente, sólo se trata de tener un poco de paciencia pero nada más. 

INGREDIENTES:

- 180 ml de agua

- 1 cucharada miel (o una cucharada sopera de azúcar)

- 20 ml. de aceite de oliva

- 25 grs. de levadura fresca

- 300 grs. de harina de fuerza

- 5 grs. de sal

 

PREPARACIÓN (en Thermomix):

 
Ponemos en el vaso el agua, la cucharada de miel y el aceite y programamos durante 2 minutos a velocidad 1 a 37ºC.
 

Incorporamos la levadura durante 10 segundos a vel. 5.
 

Añadimos la mitad de la harina (90 grs.) durante 15 segundos a velocidad 6.
 

Nos queda añadir el resto de la harina y la sal durante 3 minutos a velocidad espiga.
 

PREPARACIÓN (Clásica):

Mezclamos la levadura fresca con el agua tibia durante 10  minutos hasta que veamos burbujas en la superficie.

En un cuenco añadimos la harina y la sal, y en el centro, hacemos un hueco donde incorporamos la mezcla de agua y levadura. Incorporamos la cucharada de miel y el aceite. Removemos bien hasta que se desprenda de los bordes.

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La masa la dejamos en un cuenco (podemos humedecer el cuenco con un poco de aceite para que no se pegue) y tapamos con un paño de cocina limpio.

Dejaremos al menos media hora. Transcurrido este tiempo la masa habrá doblado su volumen.
 

Ahora preparamos el molde. Yo uso uno de silicona de tipo plum-cake al que al igual que para los bizcochos untamos de mantequilla y espolvoreamos harina para que luego nos sea más fácil sacarlo.

Transcurrida la media hora es el momento de introducir la masa en el molde. Nos ayudamos de las manos para darle forma y que llegue bien a todas las esquinas.

Ahora es el momento del segundo levado. Yo lo que hago es que lo dejo dentro del horno ya preparado en su rejilla durante otra media hora para que suba.

Pasado este tiempo enciendo el horno (sin precalentar) y lo dejo durante 25 minutos a 180ºC.

TRUQUILLO:

Ahora viene el paso más importante para que el resultado sea un pan de molde como el que compramos y no nos quede duro. Una vez saquemos el pan del horno lo que haremos será envolver el pan con un paño de cocina limpio y a su vez lo meteremos en un bolsa de plástico hasta que se enfríe.
 

De esta manera conseguirmos que nos quede blandito y con un aspecto muy similar al comprado. Una vez frío desmoldamos el pan que saldrá muy fácil del molde de silicona.
 

Estoy seguro que si alguna vez probáis a hacerlo no será la última. Ya sólo teneis que cortar las rebanadas del grosor que más os guste y a disfrutar. Por ejemplo con unas tostadas para el desayuno.

¿Os animáis a probar?